DEFINICIÓN
Un transformador es un dispositivo electromagnético transmisor de potencia eléctrica en la modalidad de corriente alterna. Usualmente, esta potencia la recibe a ciertos valores, los cuales cambia o transforma para entregarlos:
Los
transformadores están compuestos de diferentes elementos. Los componentes
básicos son:
·
Núcleo: constituido por chapas de acero al
silicio aisladas entre ellas. El núcleo de los transformadores está
compuesto por columnas, que es la parte donde se montan los devanados, y
culatas, que es la parte donde se realiza la unión entre las columnas. El
núcleo se utiliza para conducir el flujo magnético, ya que es un gran
conductor magnético.
·
Devanados: es un hilo de cobre enrollado a
través del núcleo en uno de sus extremos y recubiertos por una capa aislante,
que suele ser barniz. Está compuesto por dos bobinas (devanados), la primaria y
la secundaria. La relación de vueltas del hilo de cobre entre el primario y el
secundario nos indicará la relación de transformación.
Figura 1. Modelo de transformador
La
bobina de mayor número de vueltas trabaja con alta tensión, y la de menos
número con baja tensión. En algunos casos, el número de vueltas es igual, ambas
trabajando a la misma tensión y el objeto del transformador sería aislar
eléctricamente los voltajes de uno y otro lado.
Uno
de los devanados del transformador se conecta a una fuente de energía eléctrica
alterna y el segundo suministra energía eléctrica a las cargas. El devanado que
se conecta a la fuente de potencia se llama primario y el que se conecta a la
carga, secundario.
PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO
Los
transformadores se basan en la inducción electromagnética. Al
aplicar una fuerza electromotriz en el devanado primario, se origina un flujo
magnético en el núcleo de hierro. Este flujo viajará desde el devanado primario
hasta el secundario y con su movimiento originará una fuerza electromagnética
en el devanado secundario.
Según la Ley de Lenz, necesitamos que
la corriente sea alterna para que se produzca esta variación de
flujo; el transformador no puede trabajar con corriente directa. El flujo en el
núcleo es directamente proporcional al voltaje aplicado, e inversamente
proporcional a la frecuencia. Para devanar la bobina, hay que tener en cuenta
que mientras más vueltas contenga, es necesario menos flujo y viceversa.
Una vez que se conoce el flujo, es posible calcular la
fuerza electromotriz inducida en la bobina primaria mediante la Ley de Faraday.
La
inducción de fuerza electromotriz en el secundario se lleva a cabo en
circunstancias muy parecidas a la inducción en el primario. Se produce por el
mismo flujo magnético y solamente difiere en el número de vueltas.
Las magnitudes de las fuerzas electromotrices conservan
una relación constante, igual a la relación entre los números de vueltas. Se le
conoce como relación de transformación y se representa con la letra a.
El
conocimiento de las terminales de misma polaridad es indispensable para
interconectar correctamente varios transformadores entre sí. Puede ser el caso
de conexiones en serie o en paralelo en sistemas monofásicos, y en delta o
estrella para sistemas trifásicos.
Las
terminales del transformador deben tener una localización organizada en un
tablero, si el transformador se encuentra rodeado de aire, o en la tapa del
tanque, si se encuentra sumergido en aceite. Estas terminales se identifican
con letras y subíndices, siendo H1 y H2 las de alta
tensión y X1 y X2 las de baja tensión, en donde H1
y X1 son de la misma polaridad.
Cuando H1 y X1 se localizan a la
izquierda, se dice que la polaridad es sustractiva, mientras que si H1
se encuentra a la izquierda y X1 a la derecha, se dice que es de
polaridad aditiva.
TRANSFORMADOR IDEAL
El
núcleo es de un supuesto material no saturable y con una permeabilidad
magnética considerablemente mayor que la de los materiales ferromagnéticos
conocidos. Esto ocasiona que todo el flujo producido por las bobinas (aún con
carga) está contenido en este núcleo, y además la corriente de excitación se
vuelve tan pequeña que resulta despreciable.
Las
bobinas se devanan también con un supuesto material que carece de resistividad,
que no requiere aislamiento y consecuentemente las espiras quedan tan cerca
entre sí, que no hay el menor espacio intermedio. Esto ocasiona que el voltaje
aplicado sea exactamente igual a la fuerza electromotriz y que no se genere
flujo disperso entre espiras.
Dos bobinas, una a cada lado y de diferente número de
vueltas representan la alta y baja tensión, con sus respectivas corrientes y
polaridades. Las líneas entre bobinas representan el núcleo ideal, y se dice
que carece de pérdidas.
TRANSFORMADOR REAL
En
un transformador real no se cumplen las relaciones del transformador ideal,
debido a que los materiales de que se dispone en la naturaleza no pueden
efectuar la conversión y transmisión perfecta de energía y aparecen algunas
pérdidas, que no se pueden evitar, aunque sí es posible reducirlas a un valor
mínimo. Las pérdidas se pueden clasificar de la siguiente manera:
a)
Pérdidas
magnéticas: se deben a ciertas limitaciones que tienen los
materiales ferromagnéticos reales, comparados con el material ideal. Por
ejemplo, la permeabilidad no tiende a infinito, por lo que la corriente de
excitación necesaria para magnetizar el núcleo no es despreciable; es un
conductor eléctrico y no es constante, tendiendo a bajar considerablemente el
grado de excitación y tiene retentividad, que es la tendencia a retener una
parte del flujo con que fue magnetizado. Las tres primeras características dan
origen a las pérdidas por histéresis y la última a las pérdidas por corrientes
parásitas.
i.
Pérdidas por histéresis: La potencia para
magnetizar el núcleo no es puramente reactiva como sería el caso ideal, si no
que tiene una componente real. Estas pérdidas se pueden reducir con aleaciones
de pequeña área de histéresis y diseñando la sección transversal del núcleo de
tal magnitud, que para el flujo que requiere la bobina se produzca un bajo nivel
de saturación.
ii.
Pérdidas por corrientes parásitas: se producen
debido al calentamiento del núcleo, y la energía perdida se induce desde el
primario. Se pueden reducir si se les corta su trayectoria amplia, lo que se
consigue haciendo el núcleo de láminas apiladas.
Figura 2. Pérdidas por corrientes parásitas
b)
Pérdidas
eléctricas: se deben a determinadas características de los
embobinados, por ejemplo, el material tiene una resistividad mayor que cero y
debe existir una separación entre las espiras, las capas, las bobinas y los
núcleos, por la necesidad de interponer aislamientos.
i.
Pérdidas por resistencia: el alambre con el
cual se devanan las bobinas tiene una resistencia. La corriente que pasa por
esta resistencia provoca pérdidas de voltaje y de energía.
ii.
Pérdidas por reactancia de dispersión: las
separaciones permiten que se desarrollen líneas de flujo magnético fuera del
núcleo, que cierran a través del aire. Estas líneas de flujo se originan por
las fuertes corrientes de carga del transformador y reciben el nombre de flujo
de dispersión.
Figura 3. Flujo de dispersión
No hay comentarios:
Publicar un comentario